En los puntos siguientes se describirán los procesos
responsables de la separación de las cavidades incluido el desarrollo del
diafragma, los cambios que las mismas experimentan, y la evolución seguida por
cada uno de los mesos en el interior de la cavidad abdominal
Desarrollo
*Desarrollo y División de las Cavidades Corporales.
*Desarrollo del Celoma Intraembrionario
El primordio del celoma (cavidad del cuerpo embrionario)
aparece como espacios celómicos en el mesodermo lateral y el mesodermo
cardiógeno. Estos espacios se unen enseguida para originar una única cavidad
con forma de herradura, el celoma intraembrionario, que divide el mesodermo
lateral en dos capas:
· Una capa
somática o parietal en continuación con el mesodermo extraembrionario que
recubre el amnios
· Una
capa visceral continúa con el mesodermo extraembrionario que reviste el saco
vitelino.
El mesodermo somático y el ectodermo embrionario suprayacente
forman la pared del cuerpo embrionario o somatopleura, mientras que el mesodermo esplénico y el endodermo situado
sobre él forman el intestino embrionario o esplanopleura. Durante el segundo
mes, el celoma intraembrionario se divide en tres cavidades corporales:
· Cavidad
Pericárdica
·
Cavidades Pleurales
· Cavidad
Peritoneal
Cavidades
Embrionarias
Las cavidades del embrión a los 28 días presentan una
conformación espacial muy diferente. El origen de tales diferencias se halla en
los dramáticos cambios producidos en el embrión plano a raíz de los
plegamientos que experimenta.
El celoma pericárdico, por ejemplo, se ha convertido en una
cavidad casi esférica, la cavidad pericárdica, localizado en la región ventral del cuerpo. Sus paredes,
denominadas pericardio parietal y pericardio visceral, derivan respectivamente
de las hojas somáticas y esplácnica de la placa cardiógena. Además, en el polo
caudal del pericardio parietal se desarrolla un acúmulo de tejido mesodérmico,
denominado septum transversum, que se asociará al esbozo hepático.
En cambio los canales pleurales se han convertido en un par
de tubos, denominados conductos pericardio peritoneales o cavidades pleurales,
que emergen de la pared dorsal o de la cavidad pericárdica y se prolongan en
sentido caudal hasta conectarse con el próximo y último celoma
intraembrionario, esto es con la cavidad peritoneal. En su trayecto flanquean
al tramo del intestino primitivo que habrá originar a los esbozos de los
pulmones.
Las porciones de las hojas somáticas y esplácnicas de los
mesodermos laterales que en la etapa anterior delimitaban a los canales pleurales,
una vez formados los conductos pericardio peritoneales comienzan a denominarse
respectivamente pleuras parietales y pleuras viscerales. Las pleuras
parietales, en cambio, quedan ubicadas debajo del ectodermo superficial, con el
cual forman la mayor parte de las paredes del sector torácico del tronco.
Por su parte, las porciones restantes del celoma
intraembrionario se han convertido en una sola cavidad, la cavidad peritoneal,
extendida alrededor del intestino primitivo. En este sector las hojas somáticas
y esplácnicas de los mesodermos laterales adquieren respectivamente los nombres
de peritoneo parietal y peritoneo visceral.
Las hojas del peritoneo parietal recubren las paredes
externas de la cavidad peritoneal y componen, junto con el ectodermo suprayacente,
la pared corporal de ese sector del tronco.
Las hojas del peritoneo visceral, por su parte, recubren al
intestino transformado en el tejido precursor de sus envolturas musculo
conectivo. Ambas hojas se adosan entre sí a nivel de los bordes dorsal y
ventral del tubo intestinal y juntas se extienden respectivamente desde dichos
bordes hasta las paredes dorsal y ventral de la cavidad peritoneal,
constituyendo sendas membranas sagitales, una dorsal y otra ventral,
denominadas mesos.
El intestino, rodeado por la cavidad peritoneal, se sostiene
en el interior de la misma mediante estas membranas, las cuales dividen
inicialmente a la cavidad en dos hemi cavidades, una a la derecha y otra a la
izquierda. Estas terminan por comunicarse entre sí debido a que la mayor parte
del mesoventral desaparece apenas se forma. Las hojas del peritoneo visceral
recubren también partes de las paredes dorsales de la cavidad peritoneal, en
donde se las verá asociadas al desarrollo de las crestas genitales derivadas de
los gononefrótomos.
Las conexiones entre los celomas intra y extraembrionario,
ubicadas en el embrión de 21 días a nivel de los bordes laterales del disco, a
los 28 días se han reducido a una única comunicación, que se localiza en el
lado ventral del cuerpo, rodeando al conducto vitelino en el interior del
cordón umbilical. Esta nueva comunicación denominada celoma umbilical, vincula
la cavidad peritoneal con el celoma extraembrionario.
Plegamientos
Del Disco Embrionario
El disco experimenta simultáneamente dos clases de
plegamientos, uno a lo largo de su eje longitudinal y otro a lo largo de su eje
transversal. Se sospecha que el primero resulta de la acción mecánica que
ejerce el tubo neural, el cual se alarga mucho más que las estructuras
embrionarias situadas por debajo. La plegadura transversal, en cambio, se
debería a la expansión que experimentan los derivados somíticos, los cuales, al
crecer aceleradamente, doblarían en sentido dorsoventral a las partes laterales
del disco. En los extremos cefálico y caudal del embrión acontecen los dos
tipos de plegamientos, tanto la longitudinal como el transversal. En el sector
intermedio, en cambio, el único eje que se pliega es el transversal.
En este caso vamos a tocar la importancia de los tipos de
plegamiento embrionario en la formación de las cavidades corporales y su
división:
Plegamientos
Que Se Operan El Extremo Cefálico Del Disco
Una de las consecuencias del pliegue longitudinal es que el septum transversum y el celoma
pericárdico se mueven hacia la superficie ventral del embrión. Tras el
plegamiento de la cabeza centralmente durante la cuarta semana, el septum transversum
forma una separación incompleta gruesa entre las cavidades pericárdicas y
abdominal.
Después del
plegamiento, el septum transversum ocupa una posición caudal con respecto al
corazón, donde se desarrolló posteriormente y origina el tendón central del
diafragma. El plegamiento de la cabeza también afecta a la organización del
celoma embrionario (primordio de las cavidades corporales). De forma previa al
plegamiento, el celoma está formado una cavidad aplanada en forma de herradura.
Con posterioridad al plegamiento, el celoma pericárdico se sitúa en posición
ventral respecto al corazón y craneal en relación al septum transversum. En
esta fase, el celoma intraembrionario se comunica ampliamente con el celoma
extraembrionario.
Una de las consecuencias del pliegue transversal es la
fusión de las dos mitades del celoma pericárdico hasta componer una cavidad
casi esférica, la cavidad pericárdica, alrededor del corazón tubular
Plegamientos que se opera en el sector intermedio del disco.
Una de las consecuencias del pliegue transversal que se
opera en el sector intermedio del disco es la formación de la cavidad
peritoneal al fusionarse las dos mitades del celoma intraembrionario.
Debe aclararse que las porciones más cefálicas del celoma
intraembrionario propiamente dicho, esto es los canales pleurales, no se
fusionan. Persiste como dos conductos dependientes, las cavidades pleurales o
conductos pericardio peritoneal, situado a ambos lados del esbozo laringe.
Formación
De Las Estructuras Que Separan La Cavidad Pericárdica De Las Cavidades
Pleurales
La cavidad pericárdica se separa de las cavidades pleurales
merced a la aparición en las paredes laterales del tórax de dos tabiques
mesodérmicos horizontales. Las membranas pleuropericárdicas . Estas membranas
crecen una hacia otra arrastradas por los conductos de Cuvier, que en su
tránsito hacia el seno venoso cardiaco se hallan ubicados, precisamente, en el
espesor de las mismas. La separación de las cavidades culmina una vez, que por
detrás del corazón, los bordes de las membranas se fusionan entre sí y con el
meso del esófago.
Entre tanto, las cavidades pleurales, inicialmente reducidas
al tamaño de simples conductos, de ahí que también se denominen conductos pericardio
peritoneales, se han expandido impulsadas por el desarrollo de los brotes
broncopulmonares. Debido a que estos brotes crecen tanto en dirección lateral
como ventral, al par que empujan a las pleuras desplazan el lugar de origen de
las membranas pleuropericárdicas hacia la zona retro esternal.
Los
cambios arriba descritos provocan además las siguientes:
· Las
membranas pleuropericárdicas resultan ubicadas a los lados del corazón,
tendidas entre el meso del esófagos, e la región del mediastino, y la pared
ventral del tórax, o detrás del esternón.
· Dichas membranas
quedan revestidas en el lado cardiaco por el pericardio parietal y en el lado
pulmonar por las respectivas pleuras parietales, que a este nivel reciben el
nombre de pleuras mediastínicas o pericárdicas.
· El
tejido mesodérmico que integran las paredes latero ventral del tórax
corresponde al principio a la hoja parietal del pericardio. Posteriormente, a
medida que el lugar de origen de las membranas pleuropericárdicas se desplazan
hacia el lado ventral, dicho pericardio es reemplazado por la pleura
Formación del tabique que separa las cavidades pleurales de
la cavidad peritoneal
Desarrollo del diafragma
Las cavidades pleurales se separan de la cavidad peritoneal
merced al desarrollo de un tabique musculo tendinoso, el diafragma, ubicado
entre el tórax y el abdomen. En la formación de este tabique que intervienen las siguientes estructuras
embrionarias:
Septum transversum: como se sabe el septum transversum se
origina en el polo caudal del pericardio parietal y una parte del mismo
participa en el desarrollo del hígado. La parte restante, situada por encima de
la hepática, es la que interviene en la
formación del diafragma. Para ello configura un tabique horizontal que, tras
fusionarse con la pared ventral del tronco, crece en dirección dorsal, hacia
las otras estructuras precursoras del músculo diafragmático.
Compuesto por tejido mesodérmico representa el primordio del
tendón central del diafragma. Forma una plataforma semicircular que separa el
corazón del hígado. Se puede identificar por primera vez hacia finales de la
tercera semana y aparece como una masa de tejido mesodérmico craneal respecto a
la cavidad pericárdica. Se expande y fusiona con el mesénquima ventral al
esófago y las membranas pleuro peritoneales.
Origina el así denominado centro frénico, cuya cara inferior
se relaciona con un sector del hígado que se halla desprovisto de cápsula.
Mesenterio dorsal del esófago. El meso esófago constituye un
grueso tabique mesodérmico - lateral que se extiende desde la pared dorsal del
tórax hasta el esófago, al que envuelve por todos sus lados.
Forma los pilares musculares que rodean a los orificios
diafragmáticos por los cuales pasan hacia el abdomen las estructuras
provenientes del tórax y viceversa.
Constituye la porción media del diafragma. La crura del
diafragma, un par de haces musculares divergentes a modo de piernas que se
cruzan en el plano medial anterior respecto a la aorta, se desarrolla a partir
de los mioblastos que crecen hacia el mesenterio dorsal del esófago.
Las membranas pleuro peritoneales
nacen en las paredes dorso laterales del
tronco en forma de tabiques horizontales que crecen tanto hacia el septum
transversum como al mesenterio esofágico, fusionándolos y completando la
división entre las cavidades torácica y abdominal y constituye el diafragma
primordial. Aunque las membranas pleuro peritoneales forman porciones grandes
del diafragma fetal, representan una parte relativamente pequeña del diafragma
del diafragma del recién nacido.
Paredes corporales laterales. Además de expandirse en
dirección latero ventral, las cavidades pleurales crecen también en sentido caudal,
ósea hacia el esbozo del diafragma. A medida que lo hacen, despegan de las
paredes del cuerpo un anillo de mesodermo, el cual se añade a la periferia de
las membranas pleuro peritoneales aportando las restantes porciones
diafragmáticas.
Conforme avanza el desarrollo, las membranas pleuro peritoneales
se fusionan con los bordes laterales del mesenterio esofágico y con el borde
dorsal del septum transversum, cuya parte media a su vez se une con el extremo
ventral del citado mesenterio.
Durante las semanas novenas a duodécima, los pulmones y las
cavidades pleurales aumentan de tamaño, escarbando en las paredes corporales
laterales. A lo largo de este proceso, el tejido de estas paredes se divide en
dos capas:
Una capa externa que formará parte de la pared abdominal
definitiva
Una capa interna que participa en la formación de porciones
periféricas del diafragma, en posición externa respecto a las partes
precedentes de las membranas pleuro peritoneales.
La extensión adicional de las cavidades pleurales en
desarrollo hacia las paredes corporales laterales origina los fondos de saco
costodiafragmáticos derecho e izquierdo y da lugar a la configuración en forma
de cúpula característica del diafragma. Después del nacimiento el tamaño de los
fondos de saco costodiafragmáticos aumenta y disminuye de forma alternativa a
medida que los pulmones entran y salen de ellos durante la inspiración y la
espiración.
Dado que al iniciar
su desarrollo el septum transversum se localiza en el sector corporal que se
convierte en el cuello, sus miotomas derivan de lo hipómeros correspondientes a
los somitas cervicales III, IV, y V (nervios frénicos); al acompañar al septum
hasta su posición definitiva, estos nervios experimentan una gran elongación.
Por otro lado, desde que el diafragma se forma también con
el aporte de músculos provenientes de las paredes torácicas, parte de su
inervación e es provista por los últimos nervios intercostales.
Cavidad Peritoneal Evolución Seguida Por Los
Mesenterios
Un mesenterio es una bicapa de peritoneo que comienza como
una extensión del peritoneo visceral que recubre un órgano. El mesenterio
conecta el órgano con la pared corporal y conduce vasos y nervios hacia él.
Momentáneamente los mesenterios dorsal y ventral dividen la
cavidad peritoneal en dos mitades derecha e izquierda, pero el mesenterio
dorsal desaparece en seguida, con excepción de los lugares en los que está
unido a la porción caudal del intestino anterior (primordial del estómago y de
la porción proximal de duodeno). A continuación, la cavidad peritoneal se
convierte en un espacio continuo. Las
arterias que irrigan el intestino primitivo, tronco celíaco (intestino
anterior), arteria mesentérica superior (intestino medio) y arteria mesentérica
inferior (intestino posterior), pasan a través de las capas del mesenterio
dorsal.
Los segmentos del tubo intestinal y sus derivados se hallan
suspendidos de las paredes dorsales y ventrales del cuerpo por mesenterios,
capas dobles de peritoneo que envuelven a un órgano y lo fijan a la pared del
cuerpo. Se dice entonces que estos órganos son intraperitoneales, mientras que
los que se encuentran contra la pared corporal posterior y están cubiertos por
peritoneo únicamente en su superficie anterior, se consideran
retroperitoneales. Los ligamentos peritoneales están constituido por dos capas
de peritoneo (mesenterios) que van desde un órgano a otro, o desde un órgano a
la pared corporal. A través de los mesenterios y los ligamentos transcurren los
vasos sanguíneos y linfáticos y los nervios que van hacia las vísceras
abdominales o salen de éstas.
En un comienzo, el intestino anterior, medio y el posterior
se encuentran en amplia comunicación con el mesénquima de la pared abdominal
posterior. Alrededor de la quinta semana de gestación, el puente de tejido que
los conecta se estrecha y la porción caudal del intestino anterior, el
intestino medio y una parte importante del intestino posterior están
suspendidos de la pared abdominal por el mesenterio dorsal, que se extiende
desde el extremo inferior del esófago hasta la región cloacal del intestino
posterior.
En la región del estómago forma el mesogastrio dorsal o
epiplón mayor; en la región del duodeno forma el meso duodeno dorsal y en la
del colon, el meso colon dorsal. El mesenterio dorsal de las asas yeyunales e
ileales constituye el mesenterio propiamente dicho.
El mesenterio ventral existe solamente en la región del
segmento terminal del esófago, el estómago y la porción superior del duodeno y
deriva del septum transversum. El crecimiento del hígado en el mesénquima del
septum transversum divide al mesenterio ventral en a) el epiplón menor, que se
extiende desde la porción inferior del esófago, el estómago y la parte superior
del duodeno hasta el hígado y b) el ligamento falciforme, que va desde el
hígado hasta la pared ventral del cuerpo.
Como vemos el desarrollo embrionario del peritoneo y sus mesenterios
se hallan íntimamente ligado al del tubo
digestivo y glándulas anexas. En efecto, sus componentes acompañan
solidariamente a los órganos abdominales durante los cambios que éstos
experimentan, tanto en forma y tamaño como en sus posiciones y relaciones con
otras estructuras.
Además, antes de iniciar la descripción de la evolución que
siguen los mesos resultará oportuno definir los siguientes conceptos:
Con excepción de las partes correspondientes al yeyuno y al
íleon, que se denominan mésentenos, los otros sectores de los mesenterios se
identifican con el afijo "meso" más el nombre de la porción del tubo
digestivo con la cual se hallan asociados (meso esófago, mesogastrio, meso
duodeno, meso-colon, meso recto).
Ø Ligamento. A
semejanza del meso, el ligamento se extiende desde una víscera hasta la pared
de la cavidad peritoneal pero no lleva vasos ni nervios en su espesor, excepto
los destinados a su propio tejido
Ø Fascia de
coalescencia. Es la lámina que resulta de la fusión de dos o más membranas
peritoneales entre sí habitualmente una de ellas corresponde al peritoneo
parietal, por lo que los epitelios de las caras que se ponen en contacto
desaparecen y los tejidos conectivos se sueldan constituyendo una hoja única.
Merced a este fenómeno un órgano primitivamente móvil en el interior de la
cavidad peritoneal suele fusionarse a la pared de la misma, perdiendo gran
parte de su movilidad. Más aún, aparecerá como situado por detrás del peritoneo
parietal, convertido en un órgano retroperitoneal secundario (se denominan retroperitoneales
primarios aquellos órganos que desde un principio evolucionan por detrás del
peritoneo parietal, como lo hacen por ejemplo los riñones).
Evolución del meso ventral
Como se recordará, en el embrión de cuatro semanas el meso
dorsal se halla presente en todos los sectores del intestino primitivo, desde
la porción precursora del esófago hasta la cloaca. En cambio, el meso ventral,
que desaparece casi por completo, persiste solamente en las porciones
precursoras del estómago (mesogastrio ventral) y de la parte inicial del
duodeno (meso duodeno ventral).
Aunque en su espesor crecen los esbozos endodérmicos del
hígado y del páncreas ventral, el meso ventral salvo algunos sectores, como se
verá de inmediato no participa en el desarrollo de estos órganos ni en el de
otras estructuras. Ello se debe a que es tempranamente invadido más aún
reemplazado por la parte del septum transverso que interviene en la formación
del hígado. Así, mientras es penetrado por el esbozo endodérmico hepático,
dicho septum crece aceleradamente, desciende por el meso ventral y, al tiempo
que lo reemplaza, se coloca por delante de los esbozos del estómago y de la
primera porción del duodeno.
No obstante, no todo el meso ventral es invadido por el
septum transverso y por lo tanto incorporado al hígado-, ya que por delante y
por detrás de este último el meso queda convertido en sendas membranas: a) el
ligamento falciforme, que une la pared ventral del abdomen con el hígado y b) el epiplón menor o gastrohepático,
tendido entre el hígado por un lado y el borde ventral del estómago (curvatura
menor) y del duodeno por el otro. Debe advertirse que el nombre de
"ligamento" que se le da al ligamento falciforme no corresponde, ya
que por su borde inferior transita la porción intra embrionaria de la vena
umbilical, que se transformará en el ligamento redondo después del nacimiento
(ver " Cambios circulatorios que se producen después del nacimiento”.
Por su lado, por el borde inferior del epiplón menor
transitan partes del conducto colédoco, de la vena porta y de la arteria
hepática.
Cabe agregar que, conforme se separan los sectores del
septum transverso que dan origen al diafragma y al hígado, alrededor de este
último el mesodermo genera la cápsula hepática. No obstante, en el área
original de contacto -reducida más tarde a una superficie relativamente pequeña
la cápsula no se desarrolla, lo cual en el adulto constituye un signo que
delata el origen común de ambas estructuras.
Esta zona desprovista de cápsula se localiza, como es obvio,
en la cara superior del hígado, quedando vinculada precisamente con el sector
del diafragma que deriva del septum, esto es con su centro frénico. Asimismo,
alrededor de dicha zona la cápsula se refleja y compone los ligamentos
coronario y triangular, tendidos entre la glándula y la cara inferior del
tabique diafragmático.
Evolución del meso dorsal
Es oportuno señalar aquí la existencia de dos sectores del
mesogastrio dorsal que no participan en los procesos antedichos: a) Uno es el
sector que queda tendido entre la tuberosidad mayor del estómago y el músculo diafragmático,
denominado ligamento gastrofrénico b) El otro es el correspondiente a la mitad
caudal de la curvatura mayor del estómago cuyo ulterior crecimiento, como se
verá más adelante, genera una estructura transitoria con forma de saco,
denominada bolsa epiploica).
A continuación se analizarán las consecuencias que sobre la
evolución de los mesos tienen las dos clases de rotaciones que realiza el
estómago:
1. La rotación que el estómago realiza alrededor de su eje
longitudinal hace que el mesogastrio dorsal, sagital al principio, se desplace
hacia el lado izquierdo del cuerpo y con él el bazo y el cuerpo y la cola del
páncreas y forme una cavidad, denominada transcavidad de los epiplones. El
epiplón menor queda convertido en la pared ventral de dicha transcavidad, y
cómo el borde inferior del mismo forma el límite ventral de un orificio tratase del agujero epiploico o hiato de
Winslow, a través del cual la transcavidad de los epiplones se comunica con el
resto de la cavidad peritoneal. Debe recordarse que por el borde inferior del
epiplón menor transitan partes del colédoco, la vena porta y la arteria
hepática.
El mesogastrio dorsal relacionado con el cuerpo y la cola
del páncreas, y lo que resta del mismo, es decir la parte del meso tendida
entre la glándula y la pared dorsal del abdomen, se aplica contra esta pared y
se fija al peritoneo que la reviste formando una fascia de coalescencia: la
fascia de Toldt lo retropancreática. Como resultado de tal fijación, el cuerpo
y casi toda la cola del páncreas pasan a una posición retroperitoneal. Más
adelante se verá cómo la cabeza del páncreas experimenta un proceso similar,
por lo que toda la glándula (con excepción del extremo distal de la cola) queda
convertida en un órgano retroperitoneal secundario.
El otro tipo de rotación que realiza el estómago orienta a
su curvatura mayor hacia el lado caudal del cuerpo. A continuación el sector
del mesogastrio dorsal correspondiente a la mitad caudal de la curvatura mayor
del estómago comienza a expandirse, por lo que se desarrolla una formación
denominada bolsa epiploica, cuyo crecimiento progresivo hace que quede
finalmente colocada
por delante del colon transverso y de las asas intestinales
a la manera de un delantal.
Se forma de esta manera una bolsa aplanada en sentido
anteroposterior, delimitada por dos paredes, una ventral y otra dorsal. Finalmente las dos paredes de la bolsa
epiploica se unen entre sí -con su consiguiente obliteración- y es cara dorsal
a su vez se fusiona con el colon transverso y con el meso de este último (ver
luego " Meso colon”). Se forma así el epiplón mayor, cuya porción más
cefálica, tendida entre la curvatura mayor del estómago y el colon transverso,
adquiere el nombre de epiplón gastronómico. La porción restante, llamada
delantal epiploico, en una etapa ulterior se convierte en uno de los principales
depósitos de grasa del cuerpo.
Meso duodeno. El crecimiento diferencial de las paredes
duodenales, causa del traslado del esbozo pancreático ventral hacia su lugar
definitivo junto al esbozo pancreático dorsal hace que se fusionen también, el meso
duodeno ventral por lo menos la parte no invadida por el septum transverso con
el meso duodeno dorsal Mientras se producen los cambios antedichos, el duodeno,
al tiempo que rota junto con el estómago sobre su eje longitudinal, adquiere la
forma de una " C" y se apoya contra la pared dorsal derecha del
abdomen. Ya en su nueva localización, sus mesos unidos se fusionan con el
peritoneo que reviste la citada pared abdominal, motivo por el cual la mayor
parte del duodeno y la cabeza de] páncreas quedan ubicadas en una posición
retroperitoneal.
En un punto anterior se ha visto que el cuerpo y la mayor
parte de la cola de dicha glándula luego de ingresar en el mesogastrio dorsal
poseen un destino semejante. Tal como ocurriera con la fascia de Toldt I (ver
" Mesogastrio”). La unión del meso duodeno con el peritoneo parietal se
produce por un fenómeno de coalescencia, dando origen a un área de fijación que
recibe el nombre de fascia de Treitz o retroduodenopancreática.
Mesenterio propiamente dicho. Al tiempo que los intestinos
se alargan, se pliegan y rotan 270 grados alrededor del eje imaginario formado
por la arteria mésenterica superior, los mesos correspondientes al yeyuno y al
íleon adquieren una configuración muy compleja, pudiéndoselos comparar con un
abanico semi plegado, tendido entre esos sectores intestinales y la pared
dorsal del abdomen. En esta pared la inserción del meso se presenta bajo la
forma de una línea oblicua que nace en la unión duodenoyeyunal y termina en la
unión ileocolónica, esto es en la fosa ilíaca derecha.
El meso colon ascendente se fusiona por coalescencia con el
peritoneo que tapiza la pared dorsal derecha del abdomen, dando origen a la
fascia de Toldt II, también llamada Toldt derecha o retromesocolónica derecha.
Como resultado de esta fusión el colon ascendente queda ubicado en una posición
retroperitoneal secundaria. El ciego a veces escapa a esta fijación. Debe
advertirse que la porción más cefálica de la fascia de Toldt II se superpone y
fija al peritoneo que recubre las caras ventrales del duodeno y de la cabeza del
páncreas; este sector recibe el nombre de fascia de Fredet o pre duodenopancreática.
Como se ha visto, las caras dorsales de dichos órganos se relacionan con la
fascia de Treitz.
El meso colon transverso acaba por convertirse en una
membrana horizontal insertada transversalmente en la pared dorsal del abdomen,
a la altura del duodeno y la cabeza del páncreas. Más tarde, como ya fuera
descripto, el meso colon transverso se
fusiona con la pared dorsal de la bolsa epiploica. Finalmente, al ocluirse la bolsa
epiploica y formarse el epiplón mayor, el sector más cefálico de este último
tendido entre la curvatura mayor del estómago y el colon transverso- adquiere el nombre de epiplón
gastrocólico.
La evolución seguida por el meso colon descendente es similar
a la del meso colon ascendente, se fusiona por coalescencia con el peritoneo
que reviste a la pared dorsal izquierda del abdomen, originando la fascia de
Toldt III, o Toldt izquierda O retro mesocolónica izquierda. Como consecuencia
de esta fusión el colon descendente queda ubicado en una posición
retroperitoneal secundaria.
El meso colon
sigmoideo queda convertido en una pequeña membrana de forma triangular.
Meso recto. Antes de que la cloaca se divida en los senos
urogenital y ano rectal, su meso, de efímera existencia desaparece absorbido
por el peritoneo correspondiente a la pared dorsal de la futura región
pelviana.
MALFORMACIONES CONGÉNITAS
Ø Hernia
diafragmática de Bochdalek. Esta hernia se produce debido a que una de las
membranas pleuro peritoneales no se desarrolla normalmente, motivo por el cual
queda instalado un orificio que comunica la cavidad pleural del lado afectado
con la cavidad peritoneal. El defecto se localiza más comúnmente en el lado
izquierdo, en cuyo caso la salida hacia el tórax de algunos órganos abdominales
la abertura permite el paso del estómago, el colon, el bazo y una parte del
hígado comprime al pulmón izquierdo y desplaza al corazón hacia la derecha.
Ø Hernia
diafragmática por falta de desarrollo del tejido muscular. La ausencia de
tejido muscular en un sector del diafragma hace que la separación entre el
tórax y el abdomen quede reducida a una delgada membrana bilaminar, compuesta
por pleura y peritoneo. Esta anomalía puede localizarse tanto en el sector
formado a partir del septum transverso en cuyo caso se localiza cerca del
esternón como en el derivado de las membranas pleuro peritoneales; tales
localizaciones se denominan respectivamente hernia paraesternal de Morgagni y
eventración diafragmática. En ambos casos las vísceras abdominales herniadas
salen hacia el tórax, quedando envueltas por un saco cuya pared está
constituida por la membrana bilaminar antes citada.
Ø Hernia hiatal
esofágica. Este tipo de hernia se produce debido a una falla en el desarrollo
de los pilares musculares del diafragma, que al quedar excesivamente separados
dan lugar a la formación de un orificio esofágico muy amplio por el cual sale
hacia el tórax la porción cefálica del estómago, cuyas paredes suelen ser
estranguladas por los bordes del orificio. Dado que la secreción gástrica
refluye, a veces se producen cuadros de esofagitis que tienen como consecuencia
el acortamiento del esófago. Esta situación no debe confundirse con la hernia
hiatal secundaria a un esófago corto congénito
De la patología diafragmática, 5% se debe a su
eventracion.2 La eventracion diafragmática (ED) es la elevación de
parte o todo el diafragma con desplazamiento ascendente del contenido
abdominal. Puede ser congénita, por parálisis del nervio frénico, absceso
subfrénico, por lóbulo medio derecho voluminoso, hepatomegalia, o traumatismo
del diafragma.13 La ED congénita es causada por una deficiente
constitución embrionaria con atrofia congénita de las fibras musculares del
diafragma y transformación fibrosa, el nervio frénico es más pequeño de lo
normal pero de características histológicas normales,4 generalmente
se limita al lado izquierdo. Suele ser asintomática y cursa con pérdida del
tono muscular del diafragma.2 Puede asociarse a otras anomalidades
tales como ectopía renal alta y secuestro pulmonar extralobar.4También
se pueden asociar con alteraciones en la columna como laxifosis, deformidad del
tórax óseo por pectus excavatum o pectus carinatum.10
Nicole Hidalgo
me encanta este resuemn de tema, muchas gracias por este contenido
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