Jill Bolte Taylor es una
mujer fuerte que
decidió ser una
neuroanatomista y estudiar las enfermedades mentales a causa de su hermano que padecía de
esquizofrenia. Ella nos explica como nuestros sueños se conectan a nuestra
realidad y así podemos nosotros llevarlos a cabo, pero en una mente con
trastorno por ejemplo una mente esquizofrénica no se puede conectar este
tipo de pensamiento con la realidad haciendo que sean imposibles de
cumplirse y convirtiéndolos en delirios.
Ella
trabajó con la Dra. Francine Murray en el Departamento de Siquiatría de
Harvard. Ella en las tardes y fines de semana participaba como
colaboradora en la NAMI. La mañana del 10 de diciembre de 1996
Jill al despertarse se dio cuenta que algo andaba mal porque tenía
fuertes dolores de cabeza y un dolor detrás de su ojo izquierdo. Lo que
causaba esos dolores era un derrame cerebral provocado por 1 vaso sanguíneo que
exploto, ubicado en el hemisferio izquierdo de su cerebro.
En
4 horas ella pudo sentir, ver, vivir como su cerebro se deterioraba
completamente en su capacidad de procesar todo tipo de información.
En
el transcurso de la hemorragia ella noto que no podía hablar, leer,
escribir ni recordar nada de su vida, era como volver a ser una niña.
Nuestro
cerebro tiene dos hemisferios uno derecho y uno izquierdo totalmente separados
y diferentes .Estos hemisferios se comunican entre sí por un cuerpo
calloso compuesto de unos 300 millones d fibras axonales.
Ambos
hemisferios procesan cosas totalmente distintas.
El
derecho se ocupa del presente de lo que pasa ahora , capta la información
en forma de energía a través de nuestros sistemas sensoriales como por
ejemplo que estoy oliendo ahora , a que sabe , que siento en este instante . Al
cambio el hemisferio izquierdo piensa de manera lineal y metódica, se
ocupa del pasado y el futuro.
Está
diseñado para escoger solo detalles del presente; los categoriza, los organiza
y los asocia con lo que hemos aprendido en el pasado para así proyectar en el
futuro las posibilidades que puedan haber; ejemplo tengo que comprar guineos
porque mañana en la mañana, eso será mi desayuno.
El
día del derrame al sentirse con esos dolores, ella pensó que no era nada
importante (siendo doctora) decidió continuar con sus actividades cotidianas,
una de ellas era hacer ejercicio en una maquina.
Cuando
empezó a ejercitarse ella se veía de manera distinta como que si ella no tenía
sentido, empezó a sentir que ella podía ver como hacia ejercicio en vez de
sentir que ella lo hacia.
Luego
decidió tomar una ducha al ir caminando sentía su cuerpo lento y sus
pasos rígidos.
En
el baño, al querer entrar a la ducha en su cerebro podía escuchar como EL
mandaba a los músculos estirarse para poder realizar los distintos
movimientos.
Hubo
un punto en el cual ella iba a caer y apoyo su brazo en la pared del baño, en
el hemisferio izquierdo donde ella escuchaba esa voz que dictaba a su cuerpo
que hacer desapareció y ella se pregunto ¿Qué paso? en ese momento ella dejo de
distinguir los límites de su brazo en la pared. Ella veía todo en
forma de energía y cómo ella formaba parte de ese todo, ella sintió una paz y
una alegría y eso se debía a que no sentía ningún tipo de carga de
emocional, ningún tipo de estrés, ella se desconecto del mundo real. Al
momento la conciencia de Jill regreso y fue en ese instante que ella
pensó que estaba mal y que debía buscar ayuda , a los minutos Jill sintió que
su brazo derecho se paralizo y ahí ella se dio cuenta que tenía un derrame
cerebral del lado izquierdo de su cerebro.
Ella
en vez de sentirse mal se alegro ya que pensó que era una bendición siendo
neuroanatomista vivir y sentir lo que es un derrame cerebral.
Ella
al acercarse al teléfono para llamar no recordaba cual era el número del
trabajo, empezó a buscar en sus tarjetas el numero pero ella no podía leer bien
ni diferenciar los número. Jill pasó 45 minutos tratando de ver bien los
números, llego hasta el punto de no reconocerlos.
Ella
se guio por las formas de los numero y las comparo con las del teléfono para
usarlo y así poder llamar.Cuando hizo la llamada, su compañero respondió y ella
solo entendió guau guau guau y se dio cuenta de que no entendía nada, ella
emitió sus palabras de auxilio y así una ambulancia fue enviada a su hogar.
En
el transcurso de camino al hospital ella sentía como su espíritu se rendía y no
podía luchar se dio cuenta que el morir no es algo que tú decides es algo que
simplemente pasa, ella cerró los ojos, dejando su vida en mano de los doctores
y de Dios. Jill abrió los ojos en el hospital sorprendida de haber
sobrevivido. A Jill Bolte la operaron para poder sacar un coagulo de
sangre del porte de una pelota de golf. Ella sobrevivió pero paso 8 años
de terapias para recuperar el 100% de su capacidad.
Nicole
Hidalgo.
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